jueves, 4 de abril de 2019




Abrázame entre los hilos del tiempo y el agua desbocada.
Abrázame ante los ojos de los que siempre creyeron que amar permite una mezquina tregua.
Buscan verdades extraviadas en las cartas
y empuñan vanidades contra la certeza
de la gravidez de una boca curvada hacia el beso.
Es el evangelio el suspiro ahogado
que vacilante, como la memoria de la infancia, se escapa por la ventana en busca de otro pecho.
Dame una poesía que hable de la ternura volcánica.
Dame el otoño de tus manos que enciende manzanas y prende estatuas.
Tuya es la tierra que miden mis ojos
hasta que me ajusticie el alba.
Resultado de imagen de manzanas encendidas y manos







0 comentarios: