Éramos niños,
aves sabedoras de la importancia del vuelo
más que de las alas.
Alegres,
porque no escribíamos versos
respirando la desnudez de la tierra,
bailando en círculos imperfectos.
aves sabedoras de la importancia del vuelo
más que de las alas.
Alegres,
porque no escribíamos versos
respirando la desnudez de la tierra,
bailando en círculos imperfectos.
Quiso la muerte ciega
llevarse a quien no era.
Y crecimos apenas.
llevarse a quien no era.
Y crecimos apenas.
Éramos niños,
aturdidos por el trueno
sobre una cuerda.
Marineros en puerto
de antepasados grises,
velas plegadas
en el nido de la tormenta.
aturdidos por el trueno
sobre una cuerda.
Marineros en puerto
de antepasados grises,
velas plegadas
en el nido de la tormenta.
Fuiste a viajar la pena
escalando con dedos rotos
la agonía.
escalando con dedos rotos
la agonía.
Y volviste.
Y contigo
las espadas de flores,
el pan, la sal y un amor para siempre.
Tu legado, madre.
Tu resiliencia.
Y contigo
las espadas de flores,
el pan, la sal y un amor para siempre.
Tu legado, madre.
Tu resiliencia.
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