viernes, 25 de septiembre de 2015

No te busqué

Bailas cada amanecer con la bruma de tierra adentro.
Sin hacer apenas ruido llegas y atrapas la soledad gélida del aliento.
No te busqué entre los gritos desesperados de los vientos ni entre las hojas que zapatean nombres en el cielo.
Sin embargo tu boca siempre estuvo tatuada en la fruta fresca de mi huerto.
Llegas hasta aquí, donde emigró triste el colibrí, mustia la estrella de África, donde la lluvia se desnudó de su manto,cansada.
No te busqué en las esquinas de la luna ni en las raíces de poemas y cantos.
Sin embargo tu aroma estuvo siempre anidado en el vértice exacto de mis labios.
Llegas hasta aquí, donde los corazones de lechuga son siempre tiernos, donde los crepúsculos mueren a los sones dulces de canela, anís y flautas.

No te busqué y, sin embargo, tus palabras estuvieron siempre acariciando mis paredes de nácar.
Llegas hasta aquí, donde la Providencia dio su espalda, y traes un lecho de claveles rojos, un verso, un pincel y una guitarra.
Quiero inventar con tu nombre un credo milenario, una plegaria

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