sábado, 24 de febrero de 2018



Me buscas bajo la nieve
y encuentras todos los elementos:
el agua latente tras el largo viaje
el aire dorado de los campanarios
una tierra crujiente de cosechas
y un fuego manso que abraza soledades.

No conservo nada que no pueda servirte.
Tengo unas manos para coser corazones
y una risa blanca para dar luz a tus noches.
Sabes quién soy.
Sorteo la niebla y me entrego al baile.
Abro puertas y caminos
desconocidos por la muerte.
Clavo los ojos en la vida
allí donde el abismo
no pueda morderte.

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