jueves, 7 de julio de 2016



Quiere el verso medir
el tamaño de tu cuerpo dentro del mío.
Como si fuera posible contar
los destellos de inmortalidad de un orgasmo
las gotas de sudor en la curva de tu espalda.
Quiere el verso medir
todo el pecado de mi lengua en la tuya.
Como si fuera posible contar
la vida sin tentaciones del difunto
las erecciones vitales de las vísceras.
Dejo la poesía.
Necesito las dos manos
para medir la injusticia
de tu existencia sin la mía.

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