martes, 3 de noviembre de 2015





Nuestra habitación




De nuestra habitación
recuerdo el verdor de tu boca
desafiando lanzas y tempestades.
Tus pestañas negras y tardías
recorriendo todas mis calles.
Las venas de tu cuerpo dibujando
besos, olas y flores.
Las manos ascendiendo como torres.
Recuerdo tu piel llameante arribando
en el tacto de mis mares.
Tus latidos, nubes de viento y sangre.
La música de tu pelo tarareando un horizonte sin tiempo.
En nuestra habitación éramos dioses enjuagando la niebla y las lágrimas.
Dos almas sin velos. Dos almas tan desnudas que marchitaban la soledad de los fantasmas.

2 comentarios:

  1. Amar de verdad es eso, desnudarse por dentro ante la persona amada. Y abandonar la soledad. Me ha encantado.

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