domingo, 22 de noviembre de 2015


No soy destino


No soy destino.
Soy madera perfumada de intimidad y pórtico consagrador de heridas y evocaciones.

Beso las huellas de los miedos
mientras un testigo de nombre tiempo se regocija
en la fragilidad del tablero.

Río en los ojos turbadores del caminante
y meto los pies en su piel de sexo y oro.
Hasta el río cómplice se cala de vino hasta los huesos
y fluye al breve compás de la postura de los amantes.

No siento la levedad de los pasos que desaparecen
pero ya soy puente. Eterno puente.

3 comentarios: