jueves, 1 de febrero de 2018




A mi edad
mido el tiempo por momentos.
Sé que en una mirada termina todo
y comienza todo,
el viento frío y la primavera, 
la voz callada y la música.
Mi alma es un hilo tenue de sueños
donde cada lunes se posa un pájaro
creyéndome naranjo.
Mi piel ya no se abriga de relámpagos.
Sólo la tierra húmeda conserva el vestigio
del aguacero.
A mi edad
el sol juega al escondite con los deseos.
Sé que el corazón guarda grandes silencios,
silencios de agua
silencios de noches subterráneas.
A mi edad
sé que le faltarán vidas a este cuerpo
para juntar menos letras
y más besos
en la medida de mi tiempo.

0 comentarios: