miércoles, 5 de octubre de 2016



Necesito con urgencia el tamaño insoportable de tu piel detenida,
el juicio implacable de tus ojos
desnudos de tiempo,
el aroma del viento que deja tu beso
en el desafío.
Más allá, la incapacidad profunda
de imaginar las horas.
No. No te necesito para nada.
Sólo para estar viva.
Quizá la vejez venga para salvarme.

2 comentarios: