sábado, 3 de octubre de 2015


La confianza (pensamiento)

Desde niña ya me tachaba mi madre de ser demasiado confiada. Cosa rara teniendo en cuenta que ella diseccionaba la mirada de la gente. En éste mundo de máscaras, nunca elegí una. No me gustan los disfraces y hasta llevar demasiada ropa me resulta molesto. Prescindo de los accesorios.
Soy lo que suele llamarse" una saltadora al vacío", de ésas que no toman siquiera la precaución de extender una red. No hay un " por si acaso " en mi adn y no porque no me aterre como a todos lo desconocido, sino porque las reservas tienen ésa connotación de frialdad que no casa con mis manos.
Sé de la precavida fórmula "confianza por confianza" " amor por amor" pero nunca encajé bien ciertas estrecheces emocionales. O será quizá que la excitación de lanzarme y sentirme eterno instante domina mis neuronas.
Me gusta saborear despacio lo que me espera en el otro extremo aunque no pocas veces haya masticado kilos de tierra amarga.
Nunca fui de hacer maleta para éste viaje. Lo emprendí ligera de equipaje como Machado, con un poema, una canción y el alma adosados a la piel. Porque cuando la confianza, ésa frágil compañera de vida, se convierte en nube y en lluvia durante el salto, se evapora la fe.
¿ O es posible subir cayendo?

0 comentarios: